



Cómo evitar la ansiedad por separación
Narrado por Crypto, el lanudo más leal de Chapinísima.com
¡Hola humano! Soy yo, Crypto, tu amigo peludo de siempre. Hoy quiero hablarte con el corazón en la pata sobre un tema que muchos perritos sufrimos en silencio: la ansiedad por separación.
¿Alguna vez te fuiste a trabajar y al volver encontraste el sillón mordido, la basura regada o mis ojitos tristes y con cara de “me rompiste el corazón”? Bueno… eso no es travesura, es angustia.
Así que sentate un ratito conmigo y te explico cómo ayudarte a que no me sienta tan solo cuando salís.
La respuesta corta es: sí, pero no es lo ideal. Somos animalitos sociales, y aunque nos encanta dormir la mayor parte del día (sí, lo admito), también necesitamos compañía, atención y rutinas estables.
Cuando estamos mucho tiempo solos todos los días, podemos empezar a sentir:
¿Qué es la ansiedad por separación?
Es ese sentimiento feo que tenemos cuando nos damos cuenta que te vas y no sabemos si vas a volver pronto. Algunos peluditos incluso empiezan a temblar, llorar, ladrar sin parar o morder cosas justo después de que la puerta se cierra.
Y no es por capricho, es porque te amamos tanto que el silencio sin vos duele.
Pero no te preocupés, que tengo ladridos de ayuda...
Un rinconcito con mi camita, juguetes y tu olor (una camiseta tuya vieja sirve mucho) me da paz. Me hace sentir que, aunque no estés, tu amor está aquí.
Juguetes que dan premios, rompecabezas para perros o peluches que hacen ruido me ayudan a entretenerme y a olvidar que estás fuera.
Incluso podés congelar un poco de comida en un kong y me la paso un buen rato sacándola.
Sí, ¡la música clásica me calma! Y hay canales en YouTube diseñados para perritos como yo. El ruido ambiente también evita que me asuste con los sonidos de la calle.
Si hacés fiesta cuando te vas o volvés, me ponés más nervioso. Mejor saludame con calma, como si nada pasara. Eso me enseña que todo está bien.
Podés empezar dejando la casa por 10 minutos y volver. Luego 30, luego una hora. Así aprendo que siempre regresás.
Un buen paseo o una sesión de juegos antes de que te vayas me deja más relajado. Un lomito cansado es un lomito feliz… ¡y dormilón!
No se trata de que nunca puedas salir, sino de cómo me preparás para quedarme solo sin que se me rompa el corazoncito.
Con amor, paciencia y algunos cambios en la rutina, podés enseñarme que estar solo por un ratito no es el fin del mundo. Y cuando regresás… ¡la fiesta de besos y colazos sigue garantizada!
Si querés ver juguetes interactivos, camas cómodas o snacks relajantes para ayudarme mientras estás fuera, te dejo este espacio para que des click
Productos para cuidar la salud emocional de tu perrito: https://centralmarket.gt/lanud...
Nos vemos en el próximo blog con más consejos lanudos. Con amor y una patita amiga,
-Crypto